CHINT incorpora a su catálogo el paso siguiente en la evolución de la protección eléctrica

Las causas eléctricas originan alrededor del 30% de los incendios producidos en entornos residenciales. Los daños materiales producidos por los incendios suponen una cifra superior a los 500 millones de euros según datos de las aseguradoras en España. Además de los daños materiales, hay que sumar las víctimas mortales, siendo la población mayor de 65 años la más vulnerable en esos casos.  

Uno de los defectos eléctricos que pueden causar un incendio es la aparición de arcos entre los propios conductores o hacia tierra.

Dentro de un cuadro eléctrico encontramos protecciones generales, como los pequeños interruptores automáticos o los diferenciales. Mientras que los encargados de proteger las instalaciones del sobrecalentamiento son los interruptores magnetotérmicos, la protección diferencial es la responsable de la detección de las derivaciones a tierra.

Sin embargo, los arcos eléctricos pasan desapercibidos por cualquiera de estos dos dispositivos. Esto hace que quedemos desamparados ante el fenómeno que se origina por el deterioro o rotura del aislamiento de los cables y por las malas conexiones en tornillos o clemas.

Aunque las instalaciones más antiguas tienen más posibilidades de padecer los síntomas que producen los arcos eléctricos, las nuevas construcciones también están expuestas debido a reformas que pueden deteriorar los cables ocultos en las paredes o a causa de mobiliario que seccione o desgaste los cables de equipos conectados en el exterior.

Según recoge el (Reglamento electrotécnico para baja tensión), basándose en la normativa IEC 60364-4-42, es recomendable utilizar dispositivos de detección de arco eléctrico en instalaciones residenciales de alta ocupación, en edificios de altura significativa, en construcciones realizadas con material combustible localizadas en la naturaleza o en aquellas ubicaciones donde se almacenen o se trabaje con materiales inflamables o irreemplazables.

Los dispositivos NB4LE-AFD de Chint incorporan, en un único aparato de tres módulos, la protección magnetotérmica, la identificación de fugas de un interruptor diferencial Clase A y la detección de arcos eléctricos.